Padre, llamaste a San Lorenzo para servirte por amor y coronaste su vida con el martirio glorioso. Ayúdanos a ser semejante a él en amarte y hacer tu trabajo. Concede esto por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén
San Lorenzo, diácono y mártir (A.D.258)
Lawrence, un diácono que sirvió a la iglesia en el siglo III, fue el encargado de los fondos y dispensador de limosnas a los primeros cristianos que lo necesitaron. Un discípulo fiel del Papa San Sixto, el martirio tuvo lugar tres días después de que el Papa santo.
Eso es lo único que se sabe con certeza de la vida y de la muerte de San Lorenzo. Los escritos de San Ambrosio, el poeta Prudencio y otros, con detalles sobre su vida y su muerte, han sido adoptados por la tradición cristiana.
Esta tradición sostiene que Lorenzo anticipando el martirio previsto para él por el Papa San Sixto, le dio todo el dinero en el cuidado de los pobres y los ingresos de la venta de los vasos sagrados se distribuyen de manera similar.
El prefecto de Roma creo que Lorenzo había escondido aún más de los tesoros de la iglesia y él quería asegurar para el emperador y él mismo. El prefecto se enojó cuando Lorenzo le mostró los leprosos, tullidos, huérfanos, las viudas, los pobres y los cojos como verdaderos tesoros de la Iglesia. Lorenzo fue condenado a una muerte lenta y dolorosa por la airada prefecto. Después de sufrir un largo tiempo, y orando por la conversión de Roma, murió.
Está previsto que su muerte marcó la muerte de la idolatría en Roma. Difundir el cristianismo y muchos milagros se trabajó a través de la intercesión de San Lorenzo, que ha sido uno de los mártires más venerados de la Iglesia romana desde el siglo IV.
Honramos a San Lorenzo, que pasó por los pobres de la Iglesia. Así mereció sufrir el martirio y ascender en la alegría de Jesucristo, el Señor.